La administración eclesiástica no debe ser vista como una carga, sino como una oportunidad para cumplir el mandato de Dios con excelencia.”Ser gerentes eclesiásticos 360 en la iglesia no es solo administrar, es transformar por medio de Cristo.”Un gerente eclesiástico 360 lidera con visión, gestiona con propósito y organiza con excelencia. Integra principios bíblicos en áreas como finanzas, talento y relaciones, equilibrando la misión espiritual con la eficiencia administrativa para cumplir el propósito eterno de Dios.
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